domingo, 20 de julio de 2014

la lista de mis deseos, grégoire delacourt

-Ella y yo conjugábamos el silencio: miradas, gestos y suspiros en lugar de sujetos, verbos y predicados.

-está en el presente. No tiene ni pasado ni futuro

-«Me gustaría tener la suerte de decidir mi vida, creo que es el mejor regalo que se nos puede hacer».

-una mujer necesita que la necesiten

-El más guapo del mundo no necesita a nadie porque tiene a todo el mundo. Tiene su belleza y el incontrolable apetito de todas las mujeres que quieren saciarse de él y acabarán por devorarlo y lo dejarán muerto, con los huesos bien chupados, brillantes y blancos, en la fosa de sus vanidades.

-Me recordó las primeras noches de los amantes, esas en las que se acepta morir al amanecer; esas noches que no se preocupan nada más que de ellas mismas, lejos del mundo, del ruido, de la maldad. Y luego, con el tiempo, el ruido y la maldad pasan por allí y los sueños se tornan difíciles; las desilusiones, crueles. Después del deseo siempre viene el aburrimiento. Y el amor es lo único que existe para acabar con el aburrimiento. El amor con mayúscula, el sueño de todas nosotras.

-Eres un marido maravilloso, Jo; un hermano mayor, un padre, eres todos los hombres que una mujer puede necesitar.
Incluso su enemigo, me temo

-el amor soporta mejor la muerte que la traición



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